Cuando estamos por abrir un nuevo negocio de venta al público o bien hemos logrado operar uno por algún tiempo, nos encontramos ante la pregunta si debemos obtener un sistema automatizado de punto de venta o seguir operando manualmente todas las transacciones. La opción manual, a simple vista, puede parecer menos costosa y ciertamente menos complicada. ¿Entonces valdrá la pena?
A continuación presento algunas razones que le ayuden a determinar si vale o no la pena para usted:
Con la puesta en funcionamiento de un sistema de punto de venta, se logra reducir considerablemente el tiempo de consulta de precios y facturación, con lo cual se liberar al operador para poder interactuar con el cliente, aprovechando la ocasión para responder posibles preguntas, hacerle notar productos relacionados a su consumo o anunciarle futuras actividades y promociones de nuestro negocio. El tiempo invertido en socializar con nuestros clientes generalmente mejora su experiencia de consumo y a su vez, contribuye a su fidelización.
Cuando contamos con un sistema de punto de venta se hace fácil establecer ofertas y promociones, y se garantiza que las reglas de la promoción sean llevadas de acuerdo a la política establecida. Por ejemplo, si decidimos poner toda la tienda a 15% de descuento por alguna celebración o solamente una línea de productos, basta con indicarlo en el sistema y todas las ventas a partir de ese momento gozarán de dicha promoción. En cambio, si el escenario es manual, el operador debe calcular el descuento al momento del consumo retardando la facturación y aun más, con el riesgo de cometer algún error aritmético que conlleve a perdidas o a dejar una impresión desfavorable en el cliente.
Un sistema de punto de venta integral, nos permite conocer en cualquier momento la disponibilidad de nuestros productos con exactitud, ya que este se ocupará de llevar un control de existencia exacto, actualizando la disponibilidad de cada producto al momento de realizar cualquier operación. Conocer esta información nos ayudará a no quedar desabastecidos y en consecuencia perder ventas, y además, nos permitirá realizar ofertas o promociones en aquellos productos que se encuentren sobre abastecidos, logrando una mejor rotación del inventario y de la inversión.
Finalmente, un sistema de punto de venta se convierte en una fuente valiosa de información. Esta información nos llegará en forma de indicadores clave que resaltan aspectos importantes de la operación. Por ejemplo: Podríamos notar que las ventas de las mañanas de los días sábado son inusualmente bajas, por lo que podríamos realizar alguna promoción en esos días y horario, para mejorar los resultados. Es esta información la que nos permitirá tomar acciones precisas y efectivas.
Al poner en marcha un sistema de punto de venta, indirectamente nos obliga a “ordenar la casa”, lo que supone un esfuerzo inicial, pero los beneficios que esto conlleva en muchos casos superan el tiempo y dinero invertido, a la vez que se establecen la bases para crecimiento controlado y exitoso.
¿Usted que opina?
